Productos saludables, raciones individuales y estanterías adaptadas a los más mayores son algunos de los cambios.
El envejecimiento de la población aflora nuevos nichos de mercado que la industria de gran consumo quiere explotar.
El comercio español mira a Japón como referente del futuro consumidor. Consumidores cada vez más mayores y personas que viven solas marcan algunos de los perfiles que crecen para los próximos años. Esto está pasando en Japón y pasa progresivamente en España, como consecuencia de una pirámide de población en la que los más mayores predominan y los hogares con niños, antaño motor del consumo, tienden a ser excepción.